El numeroso personal femenino, al que a veces se hacía referencia como el harén, estaba formado tanto por mujeres jóvenes como mayores. Eran buenas en matemáticas o eran devotas astrónomas o ambas cosas. Algunas formaban parte del alumnado de las recientemente creadas escuelas superiores femeninas, aunque otras solo aportaban los conocimientos adquiridos en la escuela secundaria y sus habilidades innatas