Desde sus primeros recuerdos en la estepa canadiense, al pináculo de la gloria pasando por algunos infiernos, muy pocas santidades y muchas patologías: la narración de una vida inenarrable.
Ácidos, copas, escándalos, mujeres, acordes inextinguibles, desacuerdos… Regresos, vueltas y revueltas… Ésas son las claridades, ¿pero qué hay detrás o debajo de las sombras?
Neil Young es una leyenda en ejercicio, una figura clave del canon roquero desde los ya lejanos sesenta y además un enigma. Al menos hasta ahora. Porque el muy esquivo sujeto, aquejado tal vez de una brusca simpatía, decidió cierta mañana mostrarnos el sanctasanctórum de sus recuerdos e intimidades. Ese improbable experimento confesional es este libro: una voz cantante escrita de puño y letra (no hay fantasmas por medio) que nos presenta el calidoscópico panorama de una vida y una música ejecutadas hasta la médula, que nos conduce desde las nieves de Ontario a los edenes hawaianos pasando por las calles de Los Ángeles en los albores de la gran turbulencia. Estamos, pues, ante el “relato definitivo” (tópico por una vez justificado) de un viaje obstinadamente inenarrable