Es sabido que un tema acaparaba la atención de los pensadores a principios del siglo XX: la historia. Mientras tanto entraba en escena el personalismo filosófico, corriente interesada en rescatar a la persona de las ideologías. Ocupando un lugar propio dentro del personalismo, no siempre en acuerdo con los demás personalistas, destaca la figura de Maurice Nédoncelle. Su filosofía de la persona y del amor plasmada en su libro sobre la reciprocidad de las conciencias es cada vez más conocida; pero lo que no había sido analizado hasta ahora es su pensamiento sobre la historia. Con este estudio se da a conocer por primera vez la filosofía de la historia de Maurice Nédoncelle. La interpretación propuesta por el autor es quizás novedosa y hasta un poco audaz, pero está convencido de que Nédoncelle profesó una filosofía de la historia y de que muchas de sus afirmaciones filosóficas brotan del deseo de dar respuesta a las interrogantes sobre la historia en la que convergían los intereses de otros filósofos. Lo que interesará al lector es descubrir el gran valor de una reflexión sobre el sentido del devenir temporal que pone al centro las relaciones interpersonales.