Maxim de Winter regresa a Manderley, la casa en la que vivía con su primera esposa, Rebecca, que murió ahogada en el mar. Regresa con su nueva e inocente mujer, la cual descubrirá que Manderley no es el mundo perfecto que ella cree: allí vive también la inquietante señora Danvers, el ama de llaves, quien no sólo no acepta a la joven, sino que constantemente le recuerda la figura de Rebecca, la única e insustituible señora De Winter.