Un necesario espacio para conversar con mujeres líderes de las más diversas áreas, pero que además fueran de la V Región. Así partió —en un ya lejano 2016— Región F, proyecto que dio origen al libro que ahora tienes en tus manos. La premisa era muy clara a nuestros ojos: aquellas que se habían destacado en sus respectivas disciplinas, las que habían marcado la diferencia, las que se habían hecho notar, merecían ser visibilizadas. Ellas habían superado un doble obstáculo: Primero, lo habían logrado en un país donde solo dos de cada ocho posiciones de poder son ocupadas por mujeres en los ámbitos político, simbólico y social; cifra que se reduce solo a una representante si se analiza la esfera económica (PNUD, 2020). Y segundo, en una nación caracterizada por un desmesurado centralismo, en esta larga y angosta franja de tierra donde Santiago es Chile y se estandariza todo, desestimando la diversidad que nos compone.