De la misma forma que el agua no fluye cuando está prisionera en forma de nieve o hielo, el talento tampoco fluye en muchas organizaciones. El resultado es la mediocridad en el funcionamiento y la productividad de muchas empresas, el cierre de muchas de ellas y bajo índices de creación de puestos de trabajo. Además, muchos empleados padecen estrés, ansiedad y depresión. ¿Por qué es tan difícil utilizar todo el talento?
Este libro expresa las barreras más importantes que lo impiden, y cómo conseguir que el talento fluya en las organizaciones.