Pequeños aborígenes ensimismados dotan partituras sin descanso del juego de entre miradas aquí y allá profesan las mujeres serias de la vida.
Lo cotidiano se nos presenta con una mirada que siempre va más allá.
Logré imaginar ser la garza y volar como un acto cotidiano, casi familiar. Pero caí en cuenta de que volar libremente es algo inesperado para uno, y en ese momento comprendí que el texto es sorprendente.