Enrica tiene poco más de cuarenta años, es escritora, madre separada con tres hijos y está al borde de la rendición por agotamiento vital. Pero es consciente de que tirar la toalla no es una opción: sabe que el papa Ratzinger renunció a su cargo porque estaba cansado e incluso Forrest Gump dejó un día de correr y regresó a su casa, pero ella no tiene elección…
Esto le lleva a preguntarse por el sentido de la desquiciante existencia multitarea que nos impone el mundo actual, que hace que nos llevemos el portátil del trabajo al salón de casa y, al final del día, al dormitorio para ver una serie y de paso contestar un último correo. El resultado es un diario íntimo lleno de humor que narra la interminable carrera de obstáculos en la que se ha convertido la vida moderna, que va desde las labores domésticas, pasando por el trabajo, la burocracia y la vida social, hasta la intimidad del sexo.