Dividido en 3 secciones desiguales, Invasión de David Roas podría leerse en una sentada. Pero hay que permitir que sus relatos vayan infectando la realidad hasta arrastrarla hacia lo insólito 👣👾
Hay que deleitarse en su vibra Weird, que ensalza el terror de lo cotidiano (como una invasión de hormigas, un actor disfrazado del monstruo de Frankenstein, o un niño que rompe un espejo) y a veces se va full apocalipsis zombie, como en 'Altruismo', mi relato favorito de la antología.
El cuento que inaugura este libro tampoco canta mal las rancheras, pues 'La casa vacía' juega con las paradojas y la continuidad de los parques, con la obsesión escritoril y la soledad de estar consigo mismo (esto se acentúa en 'Hambre', donde un escritor exitoso es sepultado por un derrumbe de libros).
Y, también, cierta incisión en lo recursivo y en los ciclos está visible en 'Simbiosis' e 'Infinitos' ♾️
Muñecas lujuriosas, docencia bélica, hambruna sangrienta🩸, mitos que se cancelan, dentaduras que cantan y revelan asesinatos, la soledad humana con todo el romance y la ridiculez que eso implica... hay mucho a analizar.
Además del humor negro y el desparpajo creativo del autor, no ignoro los dotes de creación de atmósferas que tiene:
"Antes de cenar, aprovechando que todavía había luz, si podía llamarse así a aquella irradiación grisácea bajo la cual uno tenía la sensación de que el tiempo se había detenido, salí a pasear. Tenía ganas de respirar aire fresco. Esta vez, para evitar el lago, tomé un sendero borroso que me llevó hasta un bosque cercano."
Y claro, su mirada para lo escabroso:
📢 "La sensación de pisar por primera vez la calle tras varios meses de reclusión, fue muy extraña. Y excitante. Me acerqué en silencio, despacio. Fue su olfato el que primero me localizó. El niño se irguió como un resorte, pero antes de que saltara del tobogán, le arrojé mi carga y salí corriendo.
Desde la seguridad de mi ventana, me tranquilizó verlo comer. Aunque su cara no mostraba emoción alguna, a mis ojos el pobre disfrutó de aquellas vísceras como cualquier niño con su pastel de cumpleaños. La misma ansia, el mismo masticar a dos carrillos. Ni siquiera la imagen de su boca chorreante de sangre al arrancar pedazos de hígado empañó mi felicidad."
Una gran adición a la literatura de lo insólito, de lo terrorífico, de aquello que va invadiendo las esquinas de un cuarto hasta abalanzarse sobre el lector.
Fabuloso... El cuento de las muñecas y el tan realista del profesor.... Estremecedor y de lo mejor en terror jovial en español