Nuestra comprensión del universo, decía, viene del océano: Nos ha enseñado que la vida existe en todas partes, incluso en las grandes profundidades; que la mayor parte de la vida está en los océanos, y que los océanos gobiernan el clima. Tal vez sea porque somos criaturas que respiran aire, con preferencia por lo terrestre, por lo que nos ha llevado tanto tiempo darnos cuenta de que todo lo que nos importa está anclado al océano.