Para el hombre y la mujer de a pie, la economía suele resultar compleja y hasta obscura. Parece reservada a un puñado de especialistas que manejan incomprensibles modelos analíticos, estadísticas y una infinidad de variables inescrutables. «Es la tiranía de los expertos», advierte Bill Easterly, acusando a éstos de manipular ideas y de hacerlas tan confusas como complicadas. En el libro que el lector tiene en sus manos, Per Bylund rompe con este mito. Todos buscamos mejorar nuestras vidas pero, a veces, olvidamos que los medios para hacerlo son escasos. Por ello, la economía nos dice cómo lograr producir mayor valor, para mí y para los míos, con estos recursos limitados.
Ricardo B. Salinas Pliego