Durante estos días de meditación no tendrás una posición social, no serás nadie especial, no tendrás un estatus. Quítate todas esas máscaras. Simplemente serás tú, un ser humano corriente sin nombre, ni estatus, ni clase, ni familia, ni casta…, simplemente una persona anónima, un individuo cualquiera. Tienes que vivir así. Y recuerda que esa es nuestra auténtica realidad.