Un libro que toca hasta lo más profundo de tu ser, que te hace cuestionarte sobre la vida de mujeres y niñas que viven en condiciones aún más desfavorables que las nuestras, sin saber leer, ni escribir y sólo conociendo una lengua que está en desuso; la cuál sólo ellos conocen.
La manera en que viven la violencia, en la que los hombres las somenten, manipulan y violentan es realmente indignante. Pero cada uno de sus pensamientos y reflexiones te llevan a pensar muchas cosas, como el amor, el perdón, la religión, la paz interior y que tan preparados estamos para manejar lo que se nos ha enseñado e inculcado.
Un relato ficticio acerca de un hecho verídico: la violacion de mujeres y niñas de una comunidad menonita por hombres de su misma comunidad y como ese brutal acto las orilla a tomar una decisión. En ese proceso serán ayudadas por Agust Epp, un paria que vuelve para confrontar su pasado y a quienes lo expulsaron a él y a sus padres años atrás.
Una novela devastadora, que nos muestra como el patriarcado y la violencia en este tipo de comunidades usan la religión como una excusa para cometer actos abominables. Solo será la solidaridad entre las mismas mujeres quienes les salvará de la locura.
Es complejo hablar sobre los sentimientos que me produjo este libro además de repugnancia las acciones es cometidas y coraje toda la impunidad.
Me gusta también vivir la perspectiva de estas mujeres que aunque me resultan ajenas en sus creencias y estilo de vida también me parecen entrañables.
Vale la pena leerlo y cuestionarnos mucho acerca del amor, el perdón y hasta la religión