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Tsunami. Miradas feministas

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  • Malena Tejedaцитирует3 месяца назад
    El tono chirriante y la perturbadora serenida
  • Citlalli Dunneцитирует5 лет назад
    Buscamos un feminismo integrador con el que se puedan sentir identificadas y solidarias todas las mujeres y no sólo las que se preocupan por los techos de cristal. Los techos de cristal y el efecto invernadero queman las flores. Otras –las kellys, las madres pobres en hogares monoparentales que dan a sus hijos leche aguada, las cuidadoras explotadas dentro y fuera de sus hogares– son envenenadas poco a poco con pastillas blancas que, al reducir la ansiedad, opacan el síntoma, el gusano, la rabia. Muchas mujeres siguen gritando de desesperación. Otras tenemos la boca seca por los efectos secundarios del lorazepam.
  • Limón partidoцитирует5 лет назад
    Cada vez más mujeres queremos juntar relatos con los que mirarnos y remirarnos para reconstruirnos
  • Rocío Toledoцитирует3 года назад
    Que las putas tengamos estrategias para saltarnos la ley nos vuelve guerrilleras, nos vuelve resistentes, pero no nos libera.
  • irene. 🌤️цитирует4 года назад
    ¿Alguien imagina que un hombre pudiera sentirse inseguro por el simple hecho de ser hombre?
  • Erika Daniela Coronel Pérezцитирует5 лет назад
    generación brilla, no para de rescatar mujeres científicas, intelectuales, escritoras, pensadoras, artistas… pero yo no dejo de pensar en las manos de mi madre y de mi abuela. En ellas. ¿Quién escribe sobre ellas? ¿Quién repone esa especie de herida abierta que siempre llevan en la frente?
  • Erika Daniela Coronel Pérezцитирует5 лет назад
    La madre comentó con evidente orgullo que estaba aprendiendo a ser feminista gracias a su hija, que ésta le había abierto los ojos ante una realidad que antes intuía como injusta pero que no había sabido ver y, mucho menos, denunciar.
  • Ale Luévanoцитирует5 лет назад
    «Los hombres no es que no nos quieran, es que no nos ven», dice Rosa Regàs
  • Pigg@sцитирует5 лет назад
    ¿Y mi madre? Durante años presencié un espectáculo que me resultaba incomprensible, aunque por lo visto a nadie más que a mí le llamaba la atención; y era éste: una persona adulta, una persona teóricamente libre, dedicaba los mejores años de su vida, sin que ninguna ley la obligara, sin que nadie le pusiera una pistola en la sien, a hacer algo que odiaba. Mi madre odiaba el trabajo de ama de casa; lo odiaba con todas sus fuerzas, lo odiaba con toda su alma, lo odiaba, lo odiaba, lo odiaba… y lo hacía. Cuántas frases suyas recuerdo perfectamente por haberlas oído mil veces…
  • Ale Luévanoцитирует5 лет назад
    para no «dejar fuera, al llegar a casa, provincias enteras de su alma», como decía que decía Ortega
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