Esta apuesta no implica relegar el valor científico de la creación teórica y práctica, lo que se afirma es una crítica al modelo positivista y se propone la creación de una ciencia psicológica que se afirme en otros postulados epistemológicos críticos, históricos, basados en la praxis. Quien busque encontrar en la psicología popular modelos positivistas de explicación y creación encontrará que hay otras formas de construir ciencia, ciencia histórica, ciencia social, ciencia crítica y creadora.
La propuesta del presente texto consiste en identificar en la esquizofrenia un relato ideológico del poder que armado de un discurso cientificista ha construido a esta condición humana en una enfermedad, que cataloga a las personas esquizoides como enfermos para justificar, por un lado la represión y el control social sobre toda conducta que atente contra el orden impuesto, y además que convierte al sujeto psicotizado en el chivo emisario de todo el malestar social resultado de una sociedad que se levanta sobre la alienación de los seres humanos. El capitalismo es un sistema que se levanta sobre la acumulación de capital, la misma que se produce cuando el obrero enajena su fuerza de trabajo para producir mercancías, la misma que producen una plus-ganancia que no le es devuelta al trabajador, que luego se convierte en capital y que se enfrenta al obrero como trabajo muerto alienando al sujeto de su trabajo y el producto de su trabajo. La sociedad capitalista por tanto es una sociedad estructuralmente alienante y esquizofrenizante, y todos aquellos que somos separados de nuestro trabajo estamos esquizofrenizados.