Alrededor del género se ha abierto una enorme brecha que separa a padres e hijos, nietos y abuelos. No hay quien se entienda y se escuche. En las familias es motivo de disputa, los hijos no se sienten acogidos y los padres se frustran ante ideas tan desconocidas para ellos. Género, jóvenes e iglesia propone otra forma de mirarse y dialogar. Un camino de acercamiento donde parecía imposible. Entender desde el cristianismo la cuestión del género puede facilitarnos construir puentes hacia nuestros hijos o padres. La autora nos cuenta la maravilla, mal entendida muchas veces, que puede ser para los jóvenes la propuesta de la Iglesia en torno a estos temas; y también lo que le falta a la misma para poder entender bien a las nuevas generaciones.