Censurado

Me rodeé de mentiras sin ni siquiera saberlo, habían construido mi existencia con base en pequeños fragmentos de lo que fue mi vida

Un mes y medio —susurra—…, y creo que ya te quiero

Mientras la beso, nos desvestimos y, finalmente, nos hacemos uno. Me doy cuenta que encontré a la persona que sé que siempre voy a amar sin importar qué pase. Podemos pelear, discutir, ser idiotas, pero siempre contando el uno con el otro

no tiene ciencia contar las citas si ya somos novios.

—¿Somos novios?

—Desde luego, como desde la primera cita —responde riendo y caminando por el pasillo.

—¿Cómo es que yo no me enteré?

—Estabas muy ocupada imaginándonos teniendo sexo.

—¡Oh!, eso tiene sentido

Y aquí está —retira su mano de mi codo y toma un CD entre sus dedos, los cuales, déjame decir, son muy largos. Ya saben lo que dicen de los dedos largos

«No conozco ninguna rusa, no soy Dylan. Pero me gusta lo que veo muñeca».

No estoy llena de puras hormonas.
—Cariño, honestamente si tuvieras un pene vivirías empalmada. No puedes negarlo.

No me importa, estás loca, pero en una buena manera, puedo lidiar con tu locura y creo ver que tú puedes lidiar conmigo.

la vida es una perra que no cree en la justicia.

como si cada sonrisa y con cada palabra que escapa de sus labios ella lograra atraparme más.