Hemingway escribió “Los asesinos” en 1926, durante una estadía en Madrid. Originalmente se llamaba “Los matadores” y los personajes eran diferentes. Es una de las historias más famosas del aclamado autor y fue adaptada para el cine en varias oportunidades. Muestra uno de los rasgos clave de la obra de Hemingway, una inquietante irrupción de violencia en un mundo habitado por seres inocentes.