Adam Haberberg

no es la clase de persona que piensa que el decorado de una vida debe ser maravilloso

No es poca cosa en la vida que haya un hombre que crea en ti. Eso te da solidez y coraje.

¡Dios mío, piensa él, ayúdame a convertir la existencia en literatura!

Para no tener ganas de llorar, tendría que haber triunfado en todo lo demás, sentirme en un bando o en el otro

No veo más que fragmentos dispersos, escombros, no entiendo nada

los sueños no realizados están en mí como un archipiélago, aún lo distingo, aunque se aleje y pierda sus colores y se haga cada vez más pesado en mi cuerpo.

Hay personas a las que veo tres veces por año y a las que conozco mejor y que me entienden mejor.

puedo comprender todo eso, doctor, porque puedo imaginarlo, puedo decirme a mí mismo que son fragmentos de la existencia que imagino, son fragmentos del universo que entiendo,

nada grave, solo la juventud que se esfuma.

¿Y por qué hay que afrontar, además de la enfermedad, este dilema terapéutico?