Aunque fue sin duda Sherlock Holmes quien le dio su fama y su lugar en la historia de la literatura, Arthur Conan Doyle se sentía un poco molesto por esa identificación tan absoluta con el relato detectivesco: de hecho, él siempre quiso que se le recordara como novelista histórico. Pero fue el género gótico el que quizá ocupó más ampliamente su imaginación. Darryl Jones ha reunido en este volumen sus Cuentos góticos completos, treinta y cuatro piezas que, de 1880 a 1922, revelan la original contribución a ese género que acabó sacando a la luz algunas de las obsesiones y tensiones no resueltas de la cultura victoriana: la posibilidad de que lo familiar se convierta en monstruoso, el temor a una venganza colonial que destruya el Imperio británico, la existencia de espíritus más allá de la muerte que se comunican con los vivos, la duda –en fin− de que el pensamiento científico y racional sobre el que se asiente la sociedad pueda explicarlo todo. O quizá lo siniestro y lo infame formen parte de la misma naturaleza. Con prudencia, casi con la seguridad de que no van a ser creídos, muchos de los narradores de estos cuentos exponen su testimonio de misteriosas desapariciones, malignas influencias hipnóticas, llamadas irresistibles al suicidio y a la muerte, animales grotescos, unicornios furiosos, momias que vuelven a la vida, objetos que conservan escenas truculentas del pasado que ciertos espíritus sensibles pueden reconstruir… Una colección extraordinaria de personajes y tramas de la mano de uno de los escritores más imaginativos de la literatura británica.