Una tarde, Clara regresa a la casa donde vive con Julio para anunciarle que se va. El joven recibe la sentencia como un golpe rotundo y solo tiene dos semanas para esclarecer los motivos del abandono y recuperarla. Durante esos días Julio se da a la tarea de resolver un cúmulo de dilemas personales: los excesos compartidos con los amigos, cuentas pendientes con su madre, su hermana y sus exnovias, el devenir de una empresa literaria y las interpretaciones de su psicoanalista. Pero, sobre todo, la relación con Clara. Estampa generacional, Épica de bolsillo para un joven de clase media evoca la cotidianidad de un hombre que cruza el umbral de la juventud y que en su recorrido por el pasado inmediato busca una puerta que, confía, permanecerá abierta.