El devenir “mujer” en Simone de Beauvoir

nace una hembra humana y la sociedad se encarga de que sea una mujer conveniente: dócil, pasiva, resignada. ¿Cómo sucede ese aprendizaje?

No será difícil de deducir para una lectora perspicaz: la característica que define a la mujer es su situación de subordinación al varón. Y, a diferencia de otros grupos oprimidos, las mujeres no han conocido un momento histórico en que esto no haya sido así: entre los sexos nunca se ha planteado una situación de reciprocidad (2018b: 49).

De ahí que De Beauvoir apueste por la consolidación de una igualdad total en la educación tanto en lo que se refiere a la educación formal (la recibida en las aulas) como —sobre todo— a la informal (juegos, expectativas sociales, mensajes en el seno de la familia): solo así se podría modificar la percepción de las mujeres de sí mismas y, lo que es más relevante, de su futuro (2018: 820). Se configuraría una sociedad de hombres y mujeres iguales, regida por el principio de reciprocidad.

la conformación de ese producto cultural jugará un papel esencial la educación. En efecto, es la educación que la mujer recibe la que «conspira para cerrarle los caminos de la rebeldía y la aventura»

).
No, es el contexto, con sus tabúes, leyes, valores, significados y costumbres, el que creará a la mujer (2018b

mujer no se define por sus hormonas ni por instintos misteriosos, sino por la forma en que percibe, a través de las conciencias ajenas, su cuerpo y su relación con el mundo (…) su destino no está fijado para la eternidad»

ser mujer no es un hecho determinado por las hormonas, la fisiología o la biología deduciremos que ser mujer no es un hecho natural sino un producto de la civilización, cargado de valores, expectativas y posibilidades. «No se nace mujer, se llega a serlo»

«tendremos que estudiar las circunstancias biológicas a la luz de un contexto ontológico, económico, social y psicológico» (2018b: 92).
Y solo así se podrá «saber lo que la humanidad ha hecho con la hembra humana» (2018b: 93). Aparece, llegadas a este punto, una de las tesis más celebradas del libro, así como una de las frases más citadas del pensamiento feminista.

la biología humana no puede deducirse la posición social que ocupará una persona o sus oportunidades de éxito;

De Beauvoir rechaza que el cuerpo establezca un destino predeterminado