Los lanzallamas

Intentan robar un banco, y todo sale mal. Como el pobre Tim Fontaine, el hermano pequeño de Ronnie. Tim Fontaine acababa de robar un banco y se puso a esperar al autobús en una parada donde había mucha gente. Explotó la bomba de tinta de la bolsa donde llevaba el dinero.

La norma Sears para colocar maniquíes

Era, simplemente, nuestra noche. En el SoHo todas las noches de la semana atr

Tal como éramos

Bajo la lluvia. En una casa ocupada. Durante una orgía. Volvimos a encontrarnos.

Sandro era un buen bailarín; era parte de su papel de hombre mayor: hacer de profesor.

Henri-Jean se dirigió a nosotros bordeando la masa de bailarines, cargado con su palo.

Pero la noche en que la conocí yo había visto que su belleza la abandonaría, como les sucede a todas las mujeres. El tiempo siempre envía a la cara un mensaje que no debe olvidarse: el tiempo es el mensaje. El tiempo se lleva las cosas, y lo único que nos queda es su paso, y los daños que provoca. Sin eso, no hay nada.

Pero la noche en que la conocí yo había visto que su belleza la abandonaría, como les sucede a todas las mujeres. El tiempo siempre envía a la cara un mensaje que no debe olvidarse: el tiempo es el mensaje. El tiempo se lleva las cosas, y lo único que nos queda es su paso, y los daños que provoca. Sin eso, no hay nada.

. El tiempo siempre envía a la cara un mensaje que no debe olvidarse: el tiempo es el mensaje. El tiempo se lleva las cosas, y lo único que nos queda es su paso, y los daños que provoca. Sin eso, no hay nada.

–¿Y qué pasó luego? –preguntó Didier–. Teníais diez mil pavos,

–No. Lo mío es literal. Me crié en el mar. A bordo de un barco.

mesa era de exterior, una mesa de picnic enorme, con m