En Elementos de la noche, José Emilio Pacheco desliza versos a nivel del agua, una superficie líquida rugosa, poética que surfea por el mar del tiempo y lo efímero. Se divide en tres partes: Primera condición, De algún tiempo a esta parte y Crecimiento del día.
Son versos que consignan el movimiento, todo fluye "mientras avanza, el día se devora". Las palabras en JEP sin aspiraciones al absoluto son preguntas al aire. No es vano el esfuerzo, el idioma cifra fugaz lo que somos, acaso lo queremos ser.
Dice Pacheco: Las palabras se rompen contra el aire / Ni el agua en su destierro sucederá a la fuente. En otro poema confirma: Puedo afirmar que vivo porque he aprendido el límite del aire. ¿Cómo atajar la sombra si nada permanece, si ha sido nuestra herencia la dualidad del polvo?
Elementos de la noche tiene poemas de entre 1958 y 1962, publicados originalmente en la UNAM en 1963; y luego por Ediciones Era veinte años más tarde.