En estas páginas, Aira nos lleva a un viaje alucinante en la vida de una isla en que aparecen personajes cada vez más desfasados: el joven Picnic, náufrago que llega a sus costas, desplazado del mundo por el avance de la destrucción de la naturaleza, el General Invierno y su lugarteniente, Arbolito de Navidad, el Helado Parlante y, desde luego, Wanda Toscanini, hija del famoso director, y la momia de su ex esposo, el infumable pianista Vladimir Horowitz, que no cesa de hacer el ridículo ni siquiera embalsamado, gracias, entre otras cosas, a un mecanismo eléctrico que le permite seguir tocando el piano.