Esta obra trata de una ambición política. De una ambición política de venezolanos, así su resultado se llamara Colombia. Granadinos, guayaquileños y panameños la sufrieron, pero si vamos a ser piadosos, nadie la sufrió más que el pueblo de la provincia de Pasto. Como toda ambición política es digna de admiración y, como toda ambición que pone en acción muchas conductas encontradas, nadie pudo en su tiempo prever hasta dónde se llegaría con ella. Hoy sabemos que el resultado de esa ambición desmedida de Francisco de Miranda, restringida por el general Simón Bolívar en Jamaica, se desplomó antes de que su constitución fuese experimentada por una década y que a la larga se impusieron las distintas naturalezas antiguas que formaron cuatro patrias diferentes. Algunos políticos de tiempos posteriores suspiraron por ese legado e intentaron, infructuosamente, insuflarle una segunda vida, llamándola “Patria Grande”, pero los intereses nacionales de las patrias que condujeron los diádocos del Libertador presidente de Colombia siempre se opusieron, y sospecho que seguirán oponiéndose siempre, a actualizar el legado de esa experiencia nacional de la década de 1820. De cualquier forma, conocer un poco mejor la historia de esa experiencia política que acaeció en el extremo septentrional del continente suramericano puede contribuir a orientar a los lectores sobre el sentido de sus propias experiencias patrias.