«Es absurdo situar a una sociedad industrial por encima de una sociedad de cazadores-recolectores», me recuerda Benjamin Smith. No es algo fácil de aceptar cuando te has criado en una sociedad que te dice que los rascacielos de hormigón son el símbolo de la cultura avanzada. Sin embargo, desde el punto de vista de las gentes que vivieron en la noche de los tiempos durante milenios más que siglos, en un contexto histórico de larga duración, todo se ve con mayor claridad. Los imperios y las ciudades decaen y caen. Han sido las pequeñas comunidades indígenas, cuyas sociedades no tienen muchos cientos, sino muchos miles de años de antigüedad, las que han sobrevivido a todo. «La arqueología nos demuestra que todas las sociedades son increíblemente sofisticadas, solo que esa sofisticación se expresa de manera diferente»,