El alma de José de Sierra, un encomendero de Valladolid (Yucatán) en 1710, que regresa dos siglos después, un Día de Muertos, a lo que fue su casa.
Erik Álvarez, el actual dueño de la casa, recibe esta inesperada visita y acuerda con el antiguo propietario verse el mismo Día de Muertos, un año más tarde. Esta cita, sin embargo, se convertirá en un desfile de ánimas, no todas con intenciones pacíficas debido a que la casa es visitada por más espíritus, entre ellos los de varios piratas que vivieron en esa zona.
Meses después, el ambiente de la ciudad de Valladolid se enrarece, mientras llegan miles de almas de mayas, españoles, mestizos, negros y otros muertos de la llamada Guerra de Castas, exigiendo que se les escuche y se les haga justicia, exponiendo cada parte su versión de los hechos.
El festejo de los vivos a los muertos en el mes de noviembre entrelaza sentimientos encontrados de las culturas española, indígena, mestiza y afroamericana, que convergen en un punto geográfico y de tiempo preciso en Valladolid. Lo que resulte, para bien o para mal, será responsabilidad y habilidad del dueño actual de la casa del encomendero.