En el año 1977, la NASA envió al espacio dos sondas robóticas destinadas a explorar los planetas exteriores, llamadas Voyager 1 y 2. Esta misión espacial duró doce años y costó 600 millones de dólares, otra cifra que asusta. Sin embargo, si se compara con el presupuesto del Departamento de Defensa de los EE.UU., solo representa el gasto correspondiente a doce horas.