Este libro rescata una memoria de siempre proscrita: la de los anarquistas rusos y, con ellos, la de movimientos de carácter diverso que, cien años atrás, apostaron en el oriente europeo por la autoorganización, por la acción directa y por el apoyo mutuo. Su atención se concentra en una etapa singularmente convulsa, la que separó los años 1917 y 1921, en la que las diversas iniciativas libertarias entraron en colisión con el naciente poder bolchevique. Por sus páginas pasan, de resultas, soviets, comités de fábrica, comunas rurales, socialistas revolucionarios, anarcocomunistas, anarcosindicalistas, marineros de Kronshtadt, guerrilleros majnovistas y, claro, la represión y la derrota.