Conferencia sobre la lluvia aborda una situación teatral por excelencia: hablar en público. Un conferencista extravía sus papeles y el acero lo lleva a decir cosas impensadas. El tema de la charla es la relación entre la lluvia y la poesía amorosa. En el vértigo de la improvisación, el protagonista habla de sí mismo pero no su abandona propósito original: un su mente acuden poetas que han cambiado el clima con sus versos. De manera fascinante se mezclan dos formas del discurso: la conferencia y la confesión. Si un libro depende del lector, una conferencia depende del público. La voz tiene sentido si alguien la oye. Misteriosamente, también define a quien la oye. Escuchar es ser interpretado. «Es una aleta de cuentas una historia amorosa; historia de soledad, en el que el ser humano se busca dentro de las metáforas poéticas que habitan los libros y que dan cuenta, con gran eficacia, de la inaprensible subjetividad humana.» Juan Hernández