Tensión y significación

La articulación semiótica mínima se produce cuando se ponen frente a frente lo cercano de la presencia realizada, y lo lejano de la presencia virtualizada.

Desde el punto de vista del objeto, la oposición canónica, homóloga de la precedente, conjunta y disjunta lo nuevo y lo antiguo.

Pero como la instantaneidad es por definición efímera, su virtualización ineluctable da paso a la costumbre.

Desde el punto de vista del sujeto, la presencia —de manera casi unánime— es aprehendida como asombro; en ese caso, se trata de la presencia realizada.

otra hacia el objeto

una hacia el sujeto

Nuestro punto de partida estará constituido por la presuposición recíproca entre el “campo de presencia”, considerado como dominio espacio-temporal en el que se ejerce la percepción, y las entradas, permanencias, salidas y los retornos que, al mismo tiempo, le deben su valor y le dan cuerpo. Aislaremos cada una de las tres dimensiones de la deixis enunciativa y la consideraremos como categoría tensiva.

“Acoplando” así, de entrada, la problemática de la presencia con la de la enunciación, estamos en condiciones de introducir las “variedades” enunciativas de la presencia, controladas por la instancia trinitaria de la enunciación: actante, espacio, tiempo