La ciudad isleña de Port Fayt es un nido de contrabandistas y piratas, soplones y comerciantes ávidos de dinero, brujas y estafadores. Pero también es un refugio para criaturas como los trolls, goblins, duendes, elfos, ogros, enanos y hadas que huyen del fanatismo asesino de la Alianza de la Luz. Y además, es el hogar de Grubb -un huérfano de once años, medio goblin y medio humano, que sobrevive a pesar de los “cuidados” de su tío-, y de Tabitha -una muchacha de la misma edad de Grubb que acaba de ingresar en la Liga del Tiburón-. Sí, la Liga del Tiburón: ese grupo de seres en cuyas manos está la salvación de todo Fayt…