Inscrito en la perspectiva de los estudios poscoloniales, este trabajo parte del supuesto de que la violencia ejercida por el colonialismo europeo en el mundo no fue solo física y económica sino también «epistémica». El autor defiende la tesis de que hacia finales del siglo XVIII, la violencia epistémica del imperio español en América asume una forma específica: la hybris del punto cero. Es el momento en que la irrupción mundial del capitalismo exigía que la multiplicidad de expresiones culturales del planeta fuera traducida como una serie de diferencias ordenadas en el tiempo. Las “muchas formas de conocer” quedan integradas en una jerarquía cronológica donde el conocimiento científicoilustrado aparece en el lugar más alto de la escala cognitiva, mientras que todas las demás epistemes son vistas como su pasado. Los pensadores criollos ilustrados, vehículos de esta nueva política del significado, no dudaron en ubicar alos negros, indios y mestizos de la Nueva Granada en el lugar más bajo de la escala cognitiva. A estas poblaciones y no a los criollos debían dirigirse las biopolíticas disciplinarias del imperio. Situación que lleva al autor a defender la tesis de que en la periferia colonial hispanoamericana, Auklärung no era solo el lugar de la distancia étnica de los criollos frente a las “castas”. A la pureza cognitiva a nivel de la ciencia correspondería entonces una puereza de sangre a nivel de la nación. La violencia epistémica y no solo la violencia física se encontraría así en el origen mismo de la nacionalidad colombiana.