Los protagonistas de Largas filas de gente rara comparten la fantasía de alcanzar la gloria a partir del proceso creativo, pero no del oficio en sí. En estas narraciones breves, Luis Jorge Boone continúa por los senderos iniciados en La noche caníbal (FCE, 2008) y, creando personajes tan intrigantes como posibles -falsos autores de obras literarias, pirómanos, escritores que se inician, editores-, muestra ese otro lado del creador: sus miedos, la fragilidad y el desencanto por la vida, lo bueno y lo perverso, la parte más humana del escritor.