El señor Penderwick y sus cuatro hijas llegan a una mansión campestre de Massachusetts para pasar las vacaciones estivales, un lugar rodeado de hermosos jardines donde vivirán aventuras inolvidables. Lamayor, Rosalind, tiene doce años, y tras la muerte de su madre ha asumido la responsabilidad de cuidar de sus hermanas: Skye, de once, tan inteligente como impulsiva; Jane, de diez, soñadora y aspirante a convertirse en una gran escritora; y Risitas, de cuatro, tímida y amante de los animales. Sin olvidar a Hound, el perro de la familia y fiel compañero de juegos. Todos ellos disfrutan de la naturaleza bajo la benévola mirada del adorable señor Penderwick, un tranquilo profesor de botánica que educa a sus hijas en la confianza y el respeto. Todo lo contrario que la señora Tifton, la antipática y severa propietaria de la finca, a quien no le agrada nada la presencia de unas niñas que considera vulgares y una mala influencia para su hijo Jeffrey. Ante esta situación, las cuatro hermanas unen sus fuerzas para salvar a quien consideran su nuevo amigo, para lo cual cuentan con la inestimable ayuda de Churchie, la cocinera de la casa.