Los secretos de la creatividad

Se trata de manipularlas, explorar sus sentidos y sonidos, probar combinaciones de letras y buscar otras en el diccionario de sinónimos.

Una frase, un suceso trivial, una imagen puede desencadenar la completa actividad creadora.

pon en marcha el pensamiento divergente llevando una parte de la idea al papel y dejando que el texto crezca asociando lo que surja en el camino.

El secreto está en la combinación de los elementos conocidos con nuevos elementos.

Pero la idea se elabora, se trabaja, se profundiza, se le busca la dirección más adecuada y la construcción más conveniente.

Disfruta del proceso: apunta sin exigirte un resultado inmediato. Deja descansar tus notas y luego busca las relaciones entre ellas, el hilo que las ordena.

O que la vuelcas sin tener en cuenta el recipiente y la idea se desperdicia.

Que en lugar de lanzarla siguiendo el hilo de la emoción y las asociaciones que la idea te produce, la has escrito fríamente, respondiendo tal vez a tópicos en su desarrollo.

Para plasmar con éxito una idea, entonces, es menester saber qué quieres decir para saber cómo decirlo, centrarte en el eje de esa idea y eliminar flecos o ideas subsidiarias, encontrar el armazón en el que puedas volcarla.

La apariencia física de una persona dispara tu imaginación, supones su posible manera de ser, de pensar, y hasta su estado de ánimo, sus deseos.