Valentía II

Necesito perdonar y perdonarme,
dejar que se vayan esos rencores
que me tienen el corazón deshecho

Hay corazones a los que,
aunque les entregues el alma,
nada les es suficiente.

Uno se cansa de las promesas sin vida
y de los besos sin alma.
Entonces,
dan ganas de un amor honesto,
libre de excusas baratas;
un amor lleno de poesía,
de locura
y de calma.

Serena y paciente
Nada es más imponente
que ver a una mujer inteligente
que sabe lo que quiere,
sin importar lo que piensan los demás.
Nada más imponente
que verla caminar sonriente,
serena y paciente,
hacia su inevitable libertad.

Necesito perdonar y perdonarme

que se vayan esos rencores
que me tienen el corazón deshecho

Si me siento perdido,
hablo con mi silencio.
Si me siento cobarde,
alzo la mirada al cielo.
Si pierdo el equilibrio,
me levanto de nuevo

Me es necesario dejar de quererte
aunque sea un poquito,
apagar las luces y que ya no ocupes
ningún espacio en mi pecho.
Me es necesario creer en mí de nuevo

Ayer brindé por su amor,
por sus besos y por su adiós.
Hoy brindo por mí,
por mi necio corazón
y por mis ganas de seguir.
Hoy solo quiero vivir,
no hay tiempo para morir de amor

Nacimos para ser felices
Seamos francos,
ya no estamos para que nos quieran
de a ratos,
no estamos para quedar
en segundo plano;
estamos para ser prioridad
y para que nos amen de verdad.

Estamos para que nos tomen de la mano
y nos digan con toda sinceridad:
«Esto lo vamos a enfrentar juntos»;
no para que huyan
cada vez que se oscurece
nuestro mundo.

A veces somos de colores,
a veces nos volvemos grises
con un montón de cicatrices,
pero nacimos para ser felices