El juez Aurelio Cabredo es un hombre tímido y solitario. No falta a misa ningún domingo en la basílica de Begoña, y todos los viernes almuerza un pollo asado. Su único amigo, el forense Benito Cereijo, le dice que está bebiendo de más. Lo cierto es que, desde que sus padres murieron en el incendio de la pastelería que regentaban en Ávila, el juez se siente desvalido. Ha visto, además, tanto sufrimiento en los juzgados, que intenta no mezclarse mucho con la vida; quizá por eso le llaman la Sombra.
La escritora vasca Teresa Uriarte, fallecida en 2022, nos traslada en este libro al Bilbao de los años ochenta para bucear en la vida de un hombre que, si bien a primera vista podría resultarnos ajeno, nos gana por entrañable y humano. Con una voz particularísima salpicada de humor, Uriarte traza en El juez Aurelio un retrato de tono costumbrista, una obra sorprendente y perspicaz que permite descubrir de manera póstuma su indudable talento.
«Teresa Uriarte siempre da con el detalle revelador que desnuda al personaje, provocando nuestro humor y nuestra compasión». Jon Bilbao