Se pone en perspectiva el quehacer y las prácticas de un actor social que ha logrado recomponerse y renacer, recuperando las raíces y memorias de sus antecesores, resignificando su lucha por la vivienda frente a políticas neoliberales segregadoras. Releva a las pobladoras, grandes protagonistas, porque para ellas, la casa propia cristaliza su condición de ciudadanas y su derecho a la vida digna.