Los seis relatos compendiados aquí son un testimonio de la fuerza de un lenguaje armónico puesto al servicio de la ficción en la más pura de sus formas: los extremos a los que puede llegar la desesperación de los hombres, y sus consecuencias más inmediatas. Bajo circunstancias de extrema presión, los personajes revelados por el autor son tan humanos como el lector mismo, y sus decisiones en esos casos de incomprensión se ven contaminadas por la torpeza y el azar. Se trata de personas que en medio de la ansiedad determinan sus propios destinos sin contemplar el futuro, y esto, en la mayoría de los casos, los lleva a la ruina o los abandona en medio de un territorio indeterminado. El lector se encuentra en este libro, pues, al ser humano enfrentado a sus propios impulsos y a su mente destructiva. Es justamente el exceso de uso del pensamiento, de la duda sobrecogedora, de la indefinición, lo que lleva a estos individuos a su propia pérdida.