La vida y las conquistas del pianista más importante de nuestro país estuvieron definidas por su precocidad. Claudio Arrau (1903–1991) creció escuchando que sus dotes en la música eran las de un «niño prodigio». A los tres años memorizaba piezas que su madre tocaba en el piano, aprendió a leer partituras antes que palabras en un texto y ya a los ocho el gobierno chileno lo becó para que estudiara en Berlín, Alemania. En 1914, mostraba su talento en un primer concierto europeo.
Este perfil se adentra en los orígenes de Arrau, en la influencia decisiva de su madre y su relación con Martin Krause, su mentor alemán, pero avanza en el tiempo hasta cubrir los múltiples aspectos de la existencia de un hombre misterioso y sin duda desconocido para gran parte de los chilenos. Las giras por el Viejo Continente y Estados Unidos, su férrea disciplina de estudios, sus dos matrimonios, su terapia psicoanalítica, su rechazo al nazismo y oposición a la dictadura de Pinochet, y su vínculo no exento de dificultades con nuestro país, forman parte de la primera entrega de esta colección dedicada a figuras destacadas de la cultura, el deporte, la educación, la política y la ciencia.
Hueders Chilenos busca comprender de qué manera las experiencias vitales se filtran en el quehacer de mujeres y hombres que alcanzaron una posición sobresaliente en las actividades a las que se abocaron.