En un mundo marcado por discursos de inseguridad, políticas e incluso guerras “preventivas”, donde el capital mismo se alimenta de especulaciones sobre “riesgos futuros”, el presente se vive a menudo como si estuviéramos permanentemente «en el límite”, en las fronteras. Es en este sentido que el territorio y los controles territoriales se vuelven más complejos, generando situaciones ambivalentes en las que el interior y el exterior, lo legal y lo ilegal no se distinguen claramente. Los intentos de contener los flujos en un mundo de tránsito entre múltiples territorios y, al mismo tiempo, las perspectivas de contornear estas barreras de contención y resistir se discuten en este libro, en un diálogo que parte de la Geografía Humana/Política y se expande a otros campos disciplinares.