Shevek, un físico brillante que vive en Anarres, un planeta aislado y «anarquista», decide emprender un insólito viaje al planeta madre, Urras, en el que impera el «propietariado». Shevek cree por encima de todo que los muros del odio, la desconfianza y las ideologías, que separan su propio planeta del resto del mundo civilizado, tienen que ser derribados. En este contexto Ursula Le Guin explora hábilmente algunos de los problemas más urgentes de nuestro tiempo: la posición de la mujer en distintas estructuras sociales, la complejidad de las relaciones humanas, los méritos y promesas del socialismo y el anarquismo, las perspectivas del idealismo político en el mundo actual.