A partir de sus recuerdos y de las historias que su madre le contaba de niña, Igiaba Scego traza en este libro un mapa de su memoria, marcada por los lugares de la ciudad donde nació y aún habita, Roma, y del país de donde su familia partió exiliada, Somalia. Así, la autora emprende un poético viaje que la llevará a transitar la época del colonialismo, la guerra civil somalí, la llegada de su familia a Italia y una infancia llena de cuentos, preguntas, miedos y anhelos. La palabra configura entonces una topografía interior que restituye la pérdida y da sentido a la búsqueda de una casa propia, de una identidad.