Y recién cuando te hablé en francés me dijiste que tenía otra voz, que parecía más insegura; y supongo que eso hace que cambie todo, porque al hablar más agudo elegís otras palabras, otras frases, se razona distinto, naturalmente distinto, se eligen otros argumentos, otros caballos para la cruzada, se arma otra estrategia para la misión y se mata de otro modo. No es lo mismo clavar una navaja que darle un tiro a alguien en los ojos, o lanzarlo al río, eso es elegir en qué idioma y en qué lengua. Hablar siempre me pareció que es una carpa de campaña militar y varias personas con un mapa delante.