Escuché que los nazis tenían miedo de ir al cementerio judío durante los años de guerra, en francés “peur des morts” y por eso, era el único lugar de cierta calma, al menos en Dresde. Klemperer luego se refiere al “peur des mots”, miedo a las palabras, pero, qué pena, el juego solo funciona en francés: “peurs des morts, peur des mots”.