Mi marido

Me volví hacia Boban, pero él estaba dormido en el sofá

Aunque mi marido es ginecólogo, se las da de artista, y esta es solo una de las muchas cosas que me fastidian de él. En realidad, no recuerdo exactamente cuándo empezó a fastidiarme casi todo lo que hace o dice, pero su pose de artista ocupa un lugar privilegiado en la lista

Te matarán los remordimientos.

No es más que una especulación mía de la que no tengo pruebas, pero esa pandilla de hombres afirma que su hermandad está «por encima de todo» y que harían literalmente cualquier cosa los unos por los otros. A veces pienso que son gais.

No es más que una especulación mía de la que no tengo pruebas, pero esa pandilla de hombres afirma que su hermandad está «por encima de todo» y que harían literalmente cualquier cosa los unos por los otros.

Una mujer que no es madre es una mujer no realizada —dije pensan

Mi hijo estaba presente cuando mi hija me lanzó ese despiadado ataque, seguramente movida por los celos, pues se empeña en rivalizar conmigo a pesar de que no es muy creativa, tiene la cabeza llena de pájaros y no es tan guapa como yo. É

Lo que más me dolía era que mi familia, como siempre, no supo apreciar todo eso: no obtuve ni su apoyo ni el más mínimo reconocimiento

Mi marido, desde luego, me acusó de ser siempre yo la que metía la pata y la que provocaba todos los problemas relacionados con nuestra familia y nuestros hijos. Me echó en cara que él se pasaba día y noche trabajando para crear los contactos que nos permitieran medrar en la sociedad, mientras que yo se lo agradecía con semejantes desplantes vergonzosos de borracha. Esas palabras suyas me ofendieron. En aquel momento su aliento apestaba a alcohol, lo cual me hirió aún más y se lo dije. Esa noche tuvimos una gran pelea, destrozamos los cristales de las ventanas de nuestro dormitorio y de su despacho

Él mismo nunca estaba