La Soberbia Juventud

Lo defiendes precisamente de aquello que lo acusas.

Tengo miedo a que te escondas de ti mismo. Te has llevado demasiadas desilusiones y has pasado por muchos dolores en poco tiempo. Cualquiera tendría la tentación de apartarse del mundo.

—Así y todo, vivió con una libertad envidiable, sin jamás perder el control de sí misma.

Los sentimientos apasionados aguzan la mirada sobre un punto en particular, pero nublan las circunstancias que lo rodean.

Antes de que se iniciara el rito, de pie junto al ataúd, recibió los saludos de quienes se acercaron con una sonrisa distante, sin apenas moverse para ofrecer la mejilla o extender la mano y, en ningún caso, dejarse abrazar.

Me enojé como nunca me lo había permitido con él

él tiende a creer que el resultado de la deliberación de su cuerpo y de su mente es siempre el correcto.

Si tan solo el Señor supiera las cosas que hacen en su nombre.

Si una pareja no ha llorado junta alguna vez no debería casarse.

me formé libre, con la idea de que la felicidad era un don para quienes son capaces de darle cabida a su propia naturaleza, no en asimilarse al resto.