Laura y Tyler han vivido su década de los veinte a tope, en un torbellino de fiestas que nunca se terminaban, una querencia por las drogas que ha ido de las ganas de experimentar con cierta cautela a colocarse con entrega absoluta, resacas que no acababan hasta el lunes por la mañana… Sin embargo, las cosas están cambiando. Laura se ha comprometido con Jim, un pianista clásico a quien no le gustan los desfases de Tyler y la mala influencia que ésta tiene sobre su prometida. Jim intenta que Laura sea más adulta, que se decida por un comportamiento aceptado socialmente, pero Tyler no está dispuesta a dejarla ir tan fácilmente. Una novela cruda e hilarante para una generación atrapada entre una adolescencia tardía y la edad adulta, que se pregunta a qué tiene que renunciar para crecer.